Fino entre paredes,
tejido por arañas,
revoque sin luz sobre blanca pintura:
el limbo adjunto a la casa.
Ahí, mutilación del color. Lejos,
vedado,
el jardín.
Algo
en el gesto de la raza
te corta en lágrimas.
No escupir, ni silbar,
pelear apenas, ganar, jamás.
Y sobre el hombro
el perro
también gemía.
1 comentario:
Viejoo!, como te dije, tus poemas me parecen muy buenos. Voy a hacer como que no me contaste nada el otro día..
"El pasillo" es bastante oscuro, quizá el mayor logro es que deja ver las cosas parcialmente, se sabe que hay algo en el aire que molesta, pero no se sabe qué.
Mejor será luchar, como decís, yo siempre lo pensé, la palabra es el arma más fuerte.
Publicar un comentario