viernes, 25 de enero de 2008

Alto, en la cruz de los recreos

Me dieron con palabras y con puños

en las canchas y en los patios

los niños, profesores y maestros.

Me dieron con los clavos en las manos

alto en la cruz de los recreos.


¿Por qué, sepultando mi nombre entre insultos,

atado al mástil,

dejaron mi cuerpo lacerarse al viento?


Porque alto en la cruz de los recreos

te dieron con la furia

de las casas sin jardín.

1 comentario:

Agustín Roig Persig - (Tin Roig) dijo...

El primer verso de este poema lo confirma, la palabra es el arma más fuerte.